A pesar de las acciones que ha tomado el gobierno de Nuevo León para coordinar acciones con los tres niveles de gobierno, el problema de la contaminación del aire en la entidad persiste sin una estrategia real y efectiva. La Comisión Ambiental Metropolitana, instalada con el objetivo de abordar esta crisis, continúa sin concretar medidas firmes, lo que genera incertidumbre en la población regiomontana.
Promesas repetidas sin fechas concretas
Durante su segunda sesión, celebrada ayer, la Comisión Ambiental recicló las promesas del primer encuentro sin presentar avances significativos. Entre las acciones anunciadas nuevamente están la reparación de las plantas recuperadoras de azufre de la refinería de Cadereyta, la asignación de gasolinas menos contaminantes para la Zona Metropolitana y la regulación de las emisiones vehiculares, entre otras. Sin embargo, ninguna de estas iniciativas tiene una fecha concreta de implementación, ya que, según Alicia Bárcena, titular de la SEMARNAT, primero se debe actualizar el inventario de emisiones.
Condiciones que agravan la contaminación
Las promesas también dejan de lado problemas estructurales que agravan la situación. Las gasolinas en Nuevo León son un 46% más contaminantes que las de otras grandes ciudades como la Ciudad de México y Guadalajara, según un análisis de diputados federales. Además, las normas ambientales sobre emisiones de partículas están 32 años rezagadas, lo que, combinado con un crecimiento del 253% en el parque vehicular y un aumento del 71% en la población, genera un panorama aún más preocupante.
Propuestas sin cambios sustanciales
En su discurso posterior a la sesión, el gobernador Samuel García añadió dos nuevas promesas: reuniones semanales de la Comisión Ambiental y un endurecimiento de las sanciones por delitos ambientales, especialmente para quienes provoquen incendios. Sin embargo, temas clave como la modificación de la norma federal NOM-043-SEMARNAT-1993, que permitiría establecer límites más estrictos de emisiones de partículas, siguen sin ser abordados. Además, la planta de Ternium en Pesquería sigue operando bajo una norma que le permite tratar millones de toneladas de residuos peligrosos, generando graves preocupaciones sobre la salud pública.
Las promesas clave que aún no se concretan
Entre las promesas presentadas por la Comisión Ambiental Metropolitana, que aún no cuentan con acciones específicas, se encuentran:
- Regular las emisiones de cementeras
- Reparar las plantas recuperadoras de azufre de la refinería de Cadereyta
- Mejorar la calidad de la gasolina en Nuevo León
- Actualizar el inventario de emisiones en ocho meses
- Crear una norma para regular las emisiones de motocicletas
- Modificar los límites máximos permitidos de emisiones vehiculares
- Reforzar las inspecciones en Pemex
- Sancionar a pedreras, asfalteras y concreteras contaminantes
- Fortalecer la Comisión Ambiental y su capacidad de monitoreo
La necesidad de un cambio real
Mientras las promesas continúan sin concretarse, la ciudadanía sigue lidiando con los efectos de un aire cada vez más contaminado. Las autoridades deben actuar de manera inmediata y efectiva para poner fin a las décadas de negligencia y ofrecer a la población un entorno más saludable.